La belleza de la Mujer
A mi parecer, el rostro de una mujer que ha sido marcado por las numerosas tormentas de la vida, es hermoso. Sea cual sea su edad, tal como ocurre con las vetas de la madera, cuya belleza tiende a ser más profunda con el paso de los años, la belleza de una mujer que ha resistido las dificultades de la vida brilla con un esplendor que se destaca.
Creo que cuando uno ve a una mujer por lo que realmente es, libre de adornos o cosméticos, es cuando emerge su vida en toda su naturalidad y en toda su verdadera e indestructible belleza. Sin embargo, ¿en qué consiste esta ilusoria cualidad llamada belleza?
En la antigua literatura china, el concepto de “mujer bella” se refiere a un ser delgado y frágil. Sus pies son pequeños, por haber sido moldeados, también luce débil, casi enferma. Esa parece haber sido la preferencia en algún momento. No obstante, más adelante, en la dinastía T¹ang, una mujer ideal era voluptuosa y de apariencia saludable. Incluso hoy en día, en muchas culturas, una mujer “rellenita” es considerada hermosa y, con frecuencia, a las jóvenes se les anima a que coman bien. Esto puede parecer increíble para mujeres que viven en sociedades en las que las modelos altas y delgadas son las que establecen la tendencia de lo que es considerado bello.
En mi país, el Japón, la definición de belleza también parece haber variado según la época. Las mujeres bonitas que fueron representadas en impresiones de madera durante el período Edo tenían caras largas, ojos alargados y mejillas grandes y prominentes. No obstante, en el período que siguió a la Segunda Guerra Mundial, las mujeres de apariencia masculina pasaron, de repente, a ser consideradas atractivas.